¿Qué es un fósil?

Un fósil es la evidencia de un ser vivo que se ha petrificado. Puede haber fósiles de animales, de plantas, huellas de animales, hasta excrementos fósiles. Son restos que han permanecido enterrados en la roca de la corteza terrestre durante miles o millones de años.

En palabras del historiador de la ciencia Georges Canguilhem, los fósiles son “el tiempo petrificado”. Y es que lo que suelen ver los paleontólogos en el registro fósil es el momento de la muerte de un ser vivo o una marca que dejó un animal o vegetal en algún momento del pasado. Es como una fotografía.

El beneficio frente a una fotografía, es es casi imposible de saber cuándo fue tomada, los fósiles se ubican en la corteza terrestre, o sea bajo tierra. Y la tierra que tenemos bajo nuestros píes está dividida en estratos, cuanto más abajo vamos, más antiguo es.

Esos estratos han podido ser datados y por eso podemos saber la edad que tienen los fósiles, y a qué período pertenecían, y con quiénes estaban emparentados. Esto porque si dos fósiles diferentes fueron encontrados en el mismo estrato, significa que compartieron un mismo período en el tiempo, por más que esos dos fósiles hayan sido descubiertos uno en la Patagonia y el otro en Australia.

Pero ¿qué es lo que se fosiliza? ¿Cómo se forman los fósiles?

¿Cómo se forman los fósiles?

Lo que se fosiliza suele ser el material más duro de un animal, ya que los tejidos blandos se desintegran por la acción de las bacterias. Por eso lo más común es que se conserven los huesos, los dientes, caparazones, etc. Los casos de fosilización de tejidos blandos como estómago, cerebro, piel, etc, son muy raros, y ya veremos por qué.

Después existe otro tipo de fósiles que son las impresiones o huellas. Ya pueden ser huellas de pisadas, impresiones de su piel, marcas de donde se apoyó, donde se arrastró, o moldes.

El proceso de fosilización depende mucho del organismo en cuestión, el lugar en el que murió o dejó su marca, su modo de vida, y por supuesto cómo fue sepultado.

Lo que sucede para que un fósil se petrifique es que cuando queda sepultado bajo tierra, la acción del agua que se infiltra por los sedimentos va reemplazando los compuestos orgánicos por minerales. Es lo que se llama mineralización o petrificación. Así es que luego, en forma de rocas, pueden durar millones de años.

El problema es que en este proceso de reemplazo, se pierde mucho, como por ejemplo el interior de los huesos. Por eso el fósil de huesos suele preservar la forma exterior.

Pero está el caso de las impresiones o moldes, en los que si un organismo deja una marca sobre una superficie blanda, digamos barro o arcilla, luego esta marca se puede preservar, y endurecer para formar una roca que dure millones de años. Así es que se tienen huellas de pisadas de dinosaurios, impresiones de sus pieles o plumas, o también moldes de hojas de plantas.

Todo esto es el aspecto físico. Pero ¿cómo es que ese organismo quedó enterrado y se petrificó en primer lugar?

Es casi imprescindible que el organismo estuviese cerca de algún río, lago, pantano o en el mar. Para tener un buen fósil, bien completo, el ser vivo o su impresión debían quedar enterradas lo antes posible.

Por ejemplo, si un dinosaurio se moría en tierra firme, lo más probable es que se lo comieran los carroñeros, y sus huesos se esparciesen por todos lados, y que la acción de las bacterias, el viento y al lluvia destruyesen todo antes de que siquiera se le pudiese formar una capa de polvo encima. Obviamente no tendríamos un fósil, en ese caso.

Por eso el organismo debía quedar enterrado poco tiempo después de su muerte para que nosotros tengamos un fósil millones de años después. Eso podía ocurrir si vivía en una zona seca con dunas esparcidas por el viento, o si lo cubrió la ceniza de un volcán, o en el mejor de los casos, si moría en la orilla de un río, lago o el mar si era un animal marino.

De este último modo podía hundirse en el barro. La carne se pudriría, casi seguro, pero los huesos quedarían cubiertos de sedimento, y comenzaría el proceso de mineralización con el paso de los siglos.

Para que los tejidos blandos, como la carne y órganos interiores, se conservasen, debería haber muerto en un ambiente con poco oxígeno.

Son muchas las situaciones que deben darse para la formación de un fósil, sino tendríamos millones y millones de muertos bajo nuestros pies que nos darían todas las pistas de cómo fueron todos los organismos de nuestros mundo desde la aparición de la vida hace unos 4000 millones de años.

Fuentes

• El mensaje de los fósiles. Pascal Tassy.
• La verdadera historia de los dinosaurios. Alan Charig
• Invertebrados fósiles. Horacio Camacho.
• Evolución humana. Roger Lewin.