jueves, 27 de mayo de 2010

Descubren pterosaurio en excelente estado de conservación

ABC

Un equipo de investigadores irlandeses ha desenterrado en Marruecos los restos de un inquietante lagarto volador gigante, un pterosaurio de 95 millones de años desconocido hasta ahora y que puede ser el más antiguo jamás encontrado.

image

El animal, bautizado como Alanqa saharicafrom («Al Anq» en árabe significa Fénix, la extraordinaria criatura mitológica que resurgía de sus cenizas) tenía una extraordinaria envergadura de seis metros y un aspecto aterrador. El descubrimiento aparece publicado en la revista científica PLoS ONE.

Encontrado en tres piezas separadas por paleontólogos de la University College de Dublín, Alanqa tenía un hueso de la mandíbula de casi 35 centímetros, lo que nos da idea del tamaño del animal. Los paleontólogos tuvieron la suerte de que cada pieza apareció bien conservada, sin aplastar.

A diferencia de la mayoría de los fósiles de pterosaurios hallados hasta el momento, éste mantiene su original forma en tres dimensiones, lo que puede ayudar a conocer más sobre las características del reptil y su forma de vida.

«Este pterosaurio se distingue de todos los demás por su mandíbula inferior en forma de lanza. No tenía dientes y parecía más bien el pico de una garza», explica Nizar Ibrahim, responsable de la expedición en Marruecos. «Durante la excavación, se descubrieron vértebras parciales del cuello que probablemente pertenecieron al mismo animal, de las que la salían las alas, lo que da a entender que tenía una envergadura de seis metros».

En la misma región donde aparecieron los fósiles de Alanqa han sido descubiertos previamente restos de otros pterosaurios distintos, lo que sugiere que varios tipos de estos animales vivieron en el mismo lugar y en la misma época, probablemente cada uno en un nicho ecológico diferente, alimentándose cada uno de su presa preferida.

«Cuando estos pterosaurios estaban vivos, el desierto de Sahara era una cuenca de río con exuberantes plantas tropicales y vida animal», explica Ibrahim. Un escenario completamente diferente.

lunes, 3 de mayo de 2010

Mamut tenía sangre anticongelante

Mamut tenía sangre anticongelante - El Universal - Ciencia

Miles de años después, los científicos descubrieron el secreto de los mamuts para sobrevivir a las bajas temperaturas: su sangre era anticongelante. A esta conclusión llegó una investigación encabezada por especialistas de Australia y Canadá, quienes "resucitaron" una proteína de la sangre del animal lanudo.

Encontraron que los mamuts poseían una adaptación genética que permitía a su hemoglobina liberar oxígeno incluso a muy bajas temperaturas, una capacidad, señala el estudio publicado en la revista Nature Genetic, que normalmente se ve inhibida cuando el frío rebasa los cero grados.

Según dan cuenta varios sitios en internet especializados en Ciencia, las secuencias de ADN fueron convertidas a ARN (una molécula similar al ADN que es clave en la producción de proteínas) e insertadas en una bacteria de E. coli. Este microorganismo produjo la proteína del mamut.

"Con estas moléculas de hemoglobina resultantes, fue como si hubiéramos regresado en el tiempo para tomar muestras de sangre de un mamut real", señaló el profesor Kevin Campbell, de la Universidad de Manitoba, Canadá, uno de los autores del estudio.

"Fue extraordinario haber podido revivir una compleja proteína de una especie extinta y descubrir cambios importantes que no se ven en ninguna especie viva", manifestó el profesor Alan Cooper, director del Centro Australiano de ADN Antiguo de la Universidad de Adelaida, quien dirigió la investigación.

De acuerdo con el estudio, la adaptación genética de la hemoglobina tuvo que haber sido crucial para estos animales peludos, ya pues les permitió explotar nuevos ambientes y más fríos durante el periodo Pleistoceno.

"Pensamos que, al viajar hacia el norte, el mamut tuvo que haberse adaptado rápidamente a las condiciones más frías y para eso tenía que haber cambiado su hemoglobina", explicó a la BBC el profesor Cooper.

"Porque, como pasa con todos los mamíferos, al enfriarse la hemoglobina se vuelve pegajosa y no puede liberar oxígeno tan fácilmente. Así es como ocurren trastornos como el congelamiento de tejidos y la gangrena que sufren los montañistas", agregó.