martes, 20 de diciembre de 2011

Dinosaurio que murió en posición de ave

Alina Membibre - Prensa y Comunicación

Hoy en día, la mayor parte de la comunidad científica no duda en considerar a las aves vivientes como los descendientes directos de los dinosaurios que habitaron nuestro planeta desde aproximadamente los 225 millones de años antes del presente hasta hace unos 65 millones de años, cuando un gran meteorito impactó sobre la tierra.

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Dicho impacto generó enormes nubes de polvo y elementos candentes, los cuales cubrieron el cielo impidiendo la llegada de luz solar a la superficie del planeta. Esta noche eterna, que duró aparentemente varios miles de años logró extinguir a gran parte de las plantas terrestres, y junto con ellas los dinosaurios. Sin embargo, un pequeño grupo de estos reptiles logró sobrevivir a aquel impacto meteórico. Este grupo de dinosaurios diminutos son hoy en día conocidos comúnmente con el nombre de aves.

A pesar de existir abundante evidencia acerca de la similitud en los rasgos del esqueleto entre las aves y los dinosaurios, poco se conoce acerca del comportamiento y modo de vida de estos últimos, sin embargos los pocos datos que se conocen nos indican que muchos dinosaurios tenían un comportamiento semejante al de los pájaros actuales. Al igual que las aves actuales, muchos dinosaurios empollaban a sus crías y las cuidaban con devoción hasta que pudieran valerse por si mismas, tal como lo hacen diversas aves actuales.

Un equipo de investigadores de la Fundación Azara, la Universidad Maimónides, el Museo Argentino de Ciencias Naturales y el Museo de los Dinosaurios de Brasil hicieron recientemente un descubrimiento que permite conocer algo más de las costumbres de los dinosaurios. Estos investigadores estudiaron un esqueleto de un pequeño dinosaurio de la especie Guaibasaurus candelariensis, de una antigüedad de unos 215 millones de años antes del presente. Este dinosaurio, que no superaría los 2 metros de longitud se encuentra entre los más antiguos y primitivos que se conocen. Sin embargo, la importancia de su hallazgo no radica en los rasgos de su esqueleto, sino en la excelente preservación del material extraído.

En efecto, el ejemplar de Guaibasaurus fue hallado en cuclillas, con las manos plegadas alrededor del cuerpo, y con el cuello plegado hacia atrás. Esta posición de descanso es una característica única de los animales de sangre caliente, que hoy en día solo se encuentra en las aves y algunos mamíferos vivientes. Las aves modernas adquieren dicha postura con la finalidad de retener el calor de su cuerpo durante las frías noches, en contraposición con los animales de sangre fría como las lagartijas y cocodrilos. Es así, que el Guaibasaurus, al igual que las aves actuales se acuclillaría y plegaría las manos alrededor de su cuerpo con la finalidad de retener el preciado calor durante la noche.

Para Federico Agnolín, de la Fundación Azara: “Este hallazgo presenta una importancia doble: no solo nos indica que los dinosaurios dormían de la misma manera en que lo hacen las aves vivientes, sino también constituye una prueba más que demuestra que desde su origen los dinosaurios habrían sido animales de sangre caliente, muy activos y de comportamiento semejante a las aves y en contraposición con los lentos reptiles de sangre fría como los cocodrilos y las tortugas”.

www.fundacionazara.org.ar

jueves, 3 de noviembre de 2011

Descubren pequeño mamífero de 100 millones de años en Argentina

Por Sebastián A. Ríos | LA NACION

El parecido es asombroso, y sin embargo quienes crearon al personaje de Scrat -esa suerte de ardilla de prominentes colmillos que deambula en busca de una bellota en la película La era del hielo- no tenían ni noticias de la existencia del Cronopio dentiacutus, un pequeño mamífero que vivió a la sombra de los dinosaurios en lo que es hoy la Patagonia argentina, y cuya descripción acaba de publicar la revista Nature.

Con unos 10 a 15 centímetros de largo, ojos grandes, aparentemente adaptados para una visión nocturna, y un delgado hocico armado con prominentes caninos, el cronopio no sólo viene a demostrar que la biología puede ser mucho más creativa que los guionistas de Hollywood.

"Rompe con un hiato de casi 60 millones años, entre 130 y 65 millones de años atrás, de los que no se conocía nada sobre los mamíferos en América del Sur", dijo a LA NACION el paleontólogo Guillermo Rougier, que analizó los restos fósiles del cronopio desenterrados en el yacimiento paleontológico de La Buitrera, cerca del embalse de El Chocón, en Río Negro.

Este investigador argentino, actualmente en la Universidad de Louisville, Estados Unidos, es el autor principal de la descripción del cronopio, que lleva ese nombre como "un pequeño homenaje a Julio Cortázar, que me ha influenciado durante toda mi vida. Este fósil nos sorprendió mucho por su caracteres peculiares y decidimos darle el nombre de los cronopios, esos seres extraños y afables que van desde esferas verdes y pegajosas a seres semihumanos".

El hallazgo de los dos cráneos fósiles desenterrados en La Buitrera que permitieron describir al cronopio -el primer mamífero de comienzos del cretácico tardío hallado en América del Sur- es singular desde donde se lo mire. "Nuestro conocimiento de los dos primeros tercios de la evolución de los mamíferos es terriblemente incompleto. Considerando la pobreza del registro fósil, cualquier descubrimiento de un cráneo razonablemente bien preservado de un mamífero del mesozoico es un evento paleontológico muy importante", escribió Christian de Muizon, investigador del Museo de Historia Natural de París, en un artículo publicado en Nature que acompaña al que describe el hallazgo.

"El Cronopio dentiacutus fue hallado en rocas sedimentarias argentinas de comienzo del cretácico tardío (de alrededor de 100 millones de años de antigüedad), una época de la que no se conocía previamente ningún mamífero en América del Sur."

Para Muizon, el hallazgo confirma que en el momento de mayor esplendor de los dinosaurios la presencia de los mamíferos estaba muy extendida en el sur del globo, y que incluso sus formas corporales estaban muy diversificadas.

¿Cuáles son los indicios que soportan esa idea? "Ciertamente los caninos, lo más destacado y sorprendente de este animal, son proporcionalmente enormes, pero el cronopio tiene otras características especiales que indican que se trata de un grupo altamente especializado", respondió Rougier. El cronopio perteneció a los drioléstidos, un extinto grupo de mamíferos emparentados con los marsupiales y mamíferos con placenta modernos.

Esa alta especialización de sus formas corporales sugiere "que este animalito pertenece a un grupo que evolucionó en forma aislada en América del Sur durante mucho tiempo, pues la geografía de los continentes del cretácico nos dice que América del Sur estaba aislada de América del Norte y de Europa".

Aunque restan muchas cuestiones por resolver -como la finalidad de los desproporcionados caninos en un animal que, según el resto de la dentadura, se alimentaba de insectos-, lo cierto es que el hallazgo del cronopio es un avance importante en el fragmentario y escaso conocimiento de la evolución de los mamíferos en América del Sur.

NOTICIAS QUE LLEGAN DESDE LA PREHISTORIA
En su edición de hoy, Nature publica otros dos trabajos que iluminan tiempos lejanos del planeta Tierra. El análisis de dos dientes y trozos de mandíbulas encontrados en Gran Bretaña y en Italia, en 1927 y 1964, respectivamente, mostró que pertenecieron a los primeros Homo sapiens que poblaron el continente europeo, entre 41.000 y 45.000 años atrás. El hallazgo confirma que los humanos modernos se superpusieron durante unos cinco milenios con los neandertales. Otro estudio indica que la expansión de los humanos durante el Paleolítico Superior causó la extinción de dos grandes mamíferos, el bisonte estepario y el tarpán (un caballo salvaje).

viernes, 21 de octubre de 2011

Pterosaurio gigante con 7 metros de envergadura

Los pterosaurios fueron de los animales voladores más grandes que hayan existido. Un pequeño fragmento de hueso identificado en el Museo de Historia Natural de Londres podría indicar que incluso hubo ejemplares más grandes de los hasta ahora conocidos.

image David Martill, de la Universidad de Portsmouth, y David Unwin, de la de Laicester, identificaron el fragmento, que al parecer es la punta del pico de un pterosaurio, que implicaría un tamaño muy superior al conocido para estas criaturas. El fragmento en cuestión pertenecía a la colección del museo desde 1884.

Los pterosaurios eran reptiles voladores que surcaron los aires de este planeta entre 210 y 65 millones de años en el pasado. Hay unos siete grupos de pterosaurios con dientes. Este descubierto podría pertenecer a los ornithocheirids, de los que ya se sabía que podían llegar a tener tamaños espectaculares. Se cree que se alimentaban de peces, que cazaban con sus largos picos llenos de dientes mientras volaban bajo sobre la superficie del agua.

Según sus descubridores, este saurio volador habría tenido unos 7 metros de envergadura. Lo que sería un tamaño realmente espectacular, mucho más que cualquier ave actual, y por supuesto también cualquiera extinta, que no superan los 6 metros de envergadura.

El fragmento consiste en una parte de la mandíbula superior y un diente preservado en su lugar. El diente tiene un diámetro de 13 milímetros, inmenso para un prerosaurio, más o menos el ancho de un pulgar humano.

Fuente: ScienceDaily

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miércoles, 6 de abril de 2011

Los dinosaurios tenían piojos

La tortura de los niños y algunos adultos, sí, los piojos, también molestaba a los dinosaurios, según parece. Un nuevo estudio analiza la evolución de los piojos y los dinosaurios habrían sido de los primeros en sufrirlos, sino los primeros de todos.

image El estudio, publicado en Biology Letters, utiliza fósiles y datos moleculares para rastrear la evolución de los piojos y sus compañeros. Dicen los investigadores que los ancestros de los piojos que hoy en día se alimentan de aves y mamíferos comenzaron a diversificarse antes de la extinción masiva en la que desaparecieron los dinosaurios hace unos 65 millones de años.

Este estudio incluso apoya la idea de que grandes grupos de aves y mamíferos ya estaban rondando la tierra antes de la extinción de los dinosaurios. “Si los piojos estaban allí, seguramente también sus parasitados estaban allí”, dijo Kevin Johnson, ornitólogo de la Universidad de Illinois, Estados Unidos, principal investigador.

Los piojos han desarrollado métodos únicos para evadir las defensas de sus parasitados. Hay ciertos piojos, por ejemplo, tienen cuerpos largos que les permiten insertarse entre las plumas y así evadir el acicalado; otros tienen ranuras en la parte superior de la cabeza que les permiten anclarse a un único pelo.

Estas características hace difícil que los piojos cambien de especie parasitada, como resultado su historia evolutiva coincide muy de cerca con la de sus parasitados.

Este estudio descubrió que los piojos de aves y mamíferos comenzaron a diversificarse antes de la extinción de los dinosaurios, lo que permite asumir que existían de antes los piojos, y seguramente con diversos parasitados, los dinosaurios entre ellos, ya que son los ancestros de las aves.

Fuente: ScienceDaily

jueves, 24 de febrero de 2011

Dinosaurio con patas traseras muy musculosas

Un equipo de paleontólogos británicos y estadounidenses ha descubierto un nuevo dinosaurio saurópodo bastante inusual. Fue bautizado Brontomerus mcintonshi por los potentes músculos de las patas traseras, ya que brontomerus significaría en griego algo así como muslos trueno. El nombre de especie sería en honor al paleontólogo John 'Jack' McIntosh.

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Los autores lo describen, en 'Acta Palaeontologica Polonica', como con el hueso ilion más grande que se haya visto en un saurópodo. El ilion es el hueso más grande de la cadera, que en este dinosaurio tiene marcas que muestran que podría haber tenido unos músculos muy poderosos.

El Brontomerus mcintonshi vivió hace unos 110 millones de años, durante el cretácico inferior. Fue descubierto en Utah, Estados Unidos. Se encontraron dos especímenes fragmentarios, pero los autores del estudio creen que podría llegar a medir unos 14 metros de largo.

"Cuando detectamos la extraña forma de la cadera nos preguntamos por su significado y concluimos que lo más probable es que le sirviera para dar patadas", explica Mike Taylor, investigador del Departamento de Ciencias de la Tierra del University College de Londres.

Referencia

Taylor, Michael P., Mathew J. Wedel and Richard L. Cifelli. 2011. A new sauropod dinosaur from the Lower Cretaceous Cedar Mountain Formation, Utah, USA. Acta Palaeontologica Polonica 56(1):75-98. doi: 10.4202/app.2010.0073 PDF

Brontomerus mcintonshi

jueves, 3 de febrero de 2011

Un dinosaurio que vivió 700 mil años después de la extinción masiva de hace 65 millones de años

Es aceptado por la mayoría de los paleontólogos desde hace años que los dinosaurios se extinguieron hace 65 millones de años, y lo más probable es que esa extinción haya ocurrido por un gran meteorito que se estrelló contra nuestro planeta.

image Pero hay fósiles que están demasiado cerca de esa fecha, y que son claramente dinosaurios. Ahora han descubierto un nuevo dinosaurio en Nuevo México, Estados Unidos, con 64,8 millones de antigüedad.

El fósil, descubierto por investigadores de la Universidad de Alberta corresponde a un hadrosaurio, que al parecer murió 700 mil años después de la fecha más aceptada para la extinción de los dinosaurios.

Esa fecha, entre 65,5 y 66 millones de años atrás, es la de una extinción masiva a nivel planetario, no sólo la de los dinosaurios. Pero el asunto es que igualmente hay una rama de los dinosaurios, lo terópodos, que también lograron pasar ese evento de extinción masiva y evolucionaron para convertirse en las aves actuales.

Los investigadores de la Universidad de Alberta, Canadá, utilizaron un nuevo método para datar directamente al fósil. El método se llama U-Pb (uranio-plomo), y usa un rayo láser separar una partícula del fósil, que luego se le hace un análisis isotópico. Esta nueva técnica no sólo es buena para determinar la edad del fósil, sino que al analizar los isótopos se puede saber qué tipo de comida solía ingerir el fósil en vida.

Según los autores del estudio, si se siguen encontrando fósiles de edades posteriores a la extinción masiva, entonces habrá que revisar las causas de la extinción de los dinosaurios.

Fuente: ScienceDaily